El jet privado del Sultan de Brunei

Cuando vi esto lo primero que me vino a la cabeza fue “Bueno, al menos a éste no le va a pasar la de Saddam”. Recordarán hace pocos años las imágenes de la CNN donde se mostraba a los Marines fumando puros en el palacio de la familia Hussein en Iraq,

8. Vaya panda (ANA)

Si los japoneses tienen su Pokemon y los taiwaneses su "Hello Kitty", a los chinos no se les podía negar su avión-panda. El aparato, de la compañía ANA, se ha diseñado con vista a los próximos Juegos Olímpicos y para celebrar la 'amistad' con Japón.

10. El mundo se acaba (Continental Airlines)

En el año 2000 el artista Peter Max recibió el encargo de la ciudad de Nueva York y de la Continental Airlines de decorar uno de sus aviones para celebrar la entrada en el nuevo milenio. Observando el resultado final, da la impresión de que el artista confiaba en que el mundo se acabara a tiempo. No sucedió y su obra aún anda circulando por ahí.

9. Simpsonadas (Western Pacific)

En 1995, la aerolínea Western Pacific repintó un avión Boeing 737 con los personajes de Los Simpson para promocionar la serie. Según Air Voila, Matt Groening no viajó en el primer vuelo por miedo a que se estrellara y pasar a formar parte de la historia universal del ridículo.

7. Un paseo en el McPlane (Swissair Croosair)

Por motivos que desconozco, la compañía Swissair Crossair puso en circulación hace un par de años este auténtico engendro con alas, con el aliciente de que se sirve comida de McDonalds durante el vuelo. Para que luego digan que se come mal en los aviones. Por cierto, si pilota Ronald McDonald yo me tiro en marcha!

6. 'Hello Kitty' (EVA Air)

La compañía taiwanesa EVA lanzó en el año 2005 el primer avión íntegramente dedicado al infame "Hello Kitty". Aunque parezca mentira, lo peor está en el interior

5. El salmón de los cielos (Alaska Airlines)

Si tu compañía es de Alaska y pretendes promocionar los productos de la tierra, qué mejor que pintar un gigantesco salmón en el lateral de un Boeing 737. El "Salmon Thirty Salmon" es la joya de la corona de la Alaska Airlines y su pequeña contribución a la historia del surrealismo.